Conceptos Teóricos y Disciplinares
Conceptos Teóricos y Disciplinares
En el
enfoque sistémico, la mayoría de los conceptos utilizados para explicar las
relaciones familiares y sociales provienen de la teoría general de los
sistemas, adaptándose para abordar estas dinámicas relacionales. Por lo tanto,
separar estos conceptos resulta inadecuado, ya que son equivalentes a los de la
cibernética y la psicología sistémica; la única diferencia radica en el enfoque
o la aplicación que se les da.
Teoría General de los Sistemas: propone que el universo funciona como un amplio conjunto de sistemas interrelacionados. Dentro de este enfoque, la ciencia tiene como misión descubrir los principios y características que determinan cómo operan tanto el universo en su totalidad como los sistemas que lo integran (Vital, et al., 2015).
Cibernética: es un campo que combina diversas disciplinas para investigar cómo se llevan a cabo los procesos de retroalimentación, tanto en máquinas como en seres vivos. Su término proviene del griego "kibernetes", que se refiere a la acción de dirigir una embarcación (N.Wiener.1979, como se citó en Arnold y Osorio, 1998).
Roles: Las funciones y expectativas
asociadas a la posición de cada miembro dentro del sistema (Prieto, 2025).
Dinámica
de sistemas: Es un
enfoque para modelar sistemas sociales utilizando lenguajes formalizados,
aplicable a contextos socioeconómicos, sociológicos y ecológicos. Implica
observar el comportamiento real del sistema, identificar sus componentes y
procesos clave, así como las estructuras de retroalimentación que explican su
funcionamiento. Luego, se construye un modelo formalizado que se introduce en
una computadora para simular su dinámica (Forrester) (Arnold y Osorio, 1998, p.
11).
Suprasistema o macrosistema: se refiere al entorno que rodea a un sistema. En el contexto familiar, esto incluye la familia ampliada, vecinos, amigos y la comunidad en su totalidad, junto con todas sus interacciones y relaciones (Vital, et al., 2015, p.40).
Subsistemas: son las partes que conforman un sistema. En el caso de la familia, estos subsistemas son los diferentes miembros que la integran (Vital, et al., 2015, p.40).
Sinergia: Es el fenómeno donde el
comportamiento de un sistema no se puede entender solo analizando sus partes
por separado. Surge de las interacciones entre los componentes, lo que
significa que el todo es más que la suma de sus partes. La sinergia refleja
cómo las relaciones entre los elementos generan resultados inesperados (Arnold
y Osorio, 1998).
Totalidad: “El hecho de que el todo es más
que la suma de las partes resume la idea de totalidad” (Vital, et al., 2015,
p.41). En un sistema, como una familia, los miembros solo se pueden entender en
función de sus interacciones. Cada persona afecta a los demás y al sistema en
su conjunto. Por ello, es vital considerar a la familia como una unidad
integral, ya que su bienestar depende de la colaboración de todos. Si uno de
los integrantes se ausenta, la dinámica familiar se ve alterada, lo que puede
llevar a su descomposición.
Retroalimentación es la capacidad de un sistema vivo
para recoger información sobre su funcionamiento y ajustar sus procesos en
respuesta a esa información. Este concepto también se denomina
realimentación, retroacción o feedback en inglés (Significados, 2024).
Homeostasis: En la cibernética de Wiener, la
homeostasis se define como la habilidad de un sistema para autorregularse y
conservar sus características mientras interactúa con otros sistemas. Esto
implica ajustes que buscan mantener un equilibrio interno. Un ejemplo claro es
el cuerpo humano, que realiza constantes modificaciones para mantener su
temperatura, incluso ante cambios ambientales significativos. La homeostasis
significa "mismo estado"(Watzlawick, 1985, como se citó en Vital, et
al., 2015, p.42 ) y permite que un
sistema se mantenga estable en el tiempo. En los sistemas familiares, también
existen procesos que buscan la homeostasis, los cuales surgen de la
retroalimentación negativa.
Morfogénesis: se refiere a cómo los sistemas
complejos, como los humanos y sociales, pueden cambiar su forma para mantenerse
viables gracias a la retroalimentación positiva. Esto incluye procesos como el
crecimiento, la especialización y el aprendizaje. En cibernética, los cambios
que aumentan las desviaciones se llaman morfogenéticos, y son clave para que
los sistemas se adapten a nuevos entornos (Arnold y Osorio, 1998).
La Retroalimentación
negativa: es el
proceso mediante el cual un sistema recoge información a través de sus
entradas, como los sentidos en el cuerpo humano, y realiza acciones correctivas
para volver a su estado original. Por ejemplo, si una persona siente frío, su
cuerpo reacciona temblando para generar calor y así regresar a una temperatura
adecuada. Esto muestra cómo funciona la retroalimentación negativa y los
procesos de homeostasis. Se llama "negativa" porque busca disminuir o
controlar los efectos que las interacciones con otros sistemas pueden tener
sobre el propio sistema (Vital, et al., 2015).
La
retroalimentación positiva, según Maruyama en su segunda cibernética, implica que un sistema
recoge información sobre su funcionamiento y realiza cambios que facilitan su
adaptación (Vital, et al., 2015, p.43) . La palabra "positiva" se
refiere a que estos cambios suman elementos útiles al sistema. Este tipo de
retroalimentación da lugar a procesos morfogenéticos.
Circularidad
o causalidad circular:
se refiere a cómo los elementos de un sistema se influyen entre sí de manera no
lineal. Un cambio en un componente del sistema afecta a otros, y a su vez, las
modificaciones en distintos elementos impactan la respuesta de uno en
particular. Por ejemplo, al regar una planta, el agua no solo la hidrata, sino
que también activa su crecimiento y la absorción de nutrientes del suelo. A su
vez, este crecimiento puede hacer que la planta necesite más agua y luz. Esto
demuestra que las relaciones causales son complejas y circulares, no simples y
lineales (Vital, et al., 2015).
Equifinalidad:
Es el principio que
indica que un sistema puede alcanzar un mismo estado final a partir de
diferentes circunstancias iniciales (Vital, et al., 2015). En una familia,
pueden existir diferentes situaciones iniciales, como un matrimonio, una unión
libre o una relación entre padres separados. A pesar de estas distintas
circunstancias, todas estas familias pueden llegar al mismo estado final de
bienestar y cohesión familiar.
Equicausalidad: Es el principio que señala que las
mismas circunstancias iniciales pueden llevar a un sistema a diferentes estados
finales(Vital, et al., 2015). Por ejemplo, en una familia se presenta el mismo
evento inicial, como la pérdida de un empleo por parte de uno de los padres.
Este hecho puede llevar a diferentes resultados: puede unir a la familia y
motivar a todos a trabajar juntos para superar la crisis, o puede generar
tensiones y conflictos que lleven a la desintegración familiar.
Axiomas De La Comunicación
Axioma 1:
En cualquier interacción humana, la comunicación es inevitable. Incluso el
silencio o la falta de acción transmiten un mensaje. Por lo tanto, es
fundamental reconocer las múltiples formas en que se puede comunicar (Vital, et
al., 2015).
Axioma 2:
Cada acto comunicativo incluye un contenido (lo que se dice) y una dimensión
relacional (cómo se dice). Esta última puede influir en la interpretación del
contenido, actuando como una metacomunicación. Las discrepancias entre el
mensaje verbal y el no verbal pueden ser clave para los terapeutas(Vital, et
al., 2015).
Axioma 3:
La calidad de una relación está determinada por cómo se interpretan las
interacciones comunicativas. Si ambos participantes valoran sus intercambios de
manera similar, la comunicación será armoniosa; de lo contrario, pueden surgir
conflictos. Por ejemplo, si una queja sobre el tiempo que uno pasa fuera de
casa es vista de forma diferente por cada miembro de una pareja, esto puede
llevar a malentendidos(Vital, et al., 2015).
Axioma 4:
La comunicación se da en dos modalidades: digital (verbal) y analógica (no
verbal). La primera tiene reglas claras pero a menudo no refleja adecuadamente
las relaciones, mientras que la segunda está llena de significados pero puede
ser ambigua. Esta discrepancia entre ambas formas puede generar conflictos en
las relaciones(Vital, et al., 2015).
Axioma 5: Los intercambios comunicativos pueden ser simétricos o complementarios. Los simétricos buscan igualdad en las interacciones (como entre amigos), mientras que los complementarios se basan en diferencias de poder o rol (como entre padres e hijos) (Vital, et al., 2015).
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